Índice de Contenidos
Aunque no ha sido un año bueno para la castaña debido a la escasez de lluvias, este fruto tan querido y apreciado en esta época nos viene fenomenal para tener unos dientes sanos. En la provincia de Málaga la estampa es bien curiosa, y coinciden los helados con las castañas asadas. En Torre del Mar y Vélez-Málaga hay muchos puestos en las calles y están buenísimas. A principios de noviembre en algunos pueblos de la Axarquía celebran una fiesta en su nombre, como la Fiesta de la Castaña en Alcaucín.
El homenaje que le hacemos a este alimento de temporada tiene mucho que ver con nuestra sonrisa porque es rico en vitaminas y minerales y es una fuente de calcio, fósforo y magnesio, que ayudan a mantener fuertes las estructuras óseas que soportan todas las piezas dentales. Además, las castañas son muy recomendables para los pacientes con diabetes, una enfermedad muy relacionada con la salud bucodental.
Valor nutricional de las castañas
La castaña cuida la salud de nuestros huesos y dientes gracias al aporte de calcio, y no contienen gluten, así que también pueden disfrutar de todos sus beneficios los celíacos.
Aquí os mostramos el valor nutricional por cada 100 gramos:
De cada 100 gramos de castañas, algo más de 40g son de agua, otros 40g son de carbohidratos complejos, 5g de grasa, 4 de proteína vegetal y además nos aporta gran cantidad de fibra, 7 gramos.
Pero además la castaña contiene vitaminas E, Niacina o B3, Piridoxina o B6, Tiamina o B1, Riboflavina o B2 y folato o B9. Estos frutos secos poseen potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio, hierro, zinc, selenio y yodo. Las castañas aportan unas 225 kcal por cada 100 gramos.
Castañas sí… ¡Y buena rutina de higiene oral también!
Para mantener una sonrisa sana es importante cepillarse los dientes después de comer esas exquisitas castañas de las que hablamos. Además de una buena alimentación, es fundamental mantener una rutina de higiene oral diaria. Es decir, cepillarse los dientes un mínimo de dos veces al día, aunque desde Clínica Dental Herrera recomendamos después de cada comida. También es importante completar el cepillado con técnicas como el hilo dental y el enjuague bucal. Por último, no olvides visitar a tu dentista como mínimo una vez cada seis meses.